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18 abril 2025

Viernes Santo, en Etzatlán.

 

El Viernes Santo en Etzatlán, Jalisco, es una celebración profundamente arraigada en la tradición religiosa y cultural de sus habitantes. 

Este día se vive con una intensa espiritualidad, donde la comunidad se une en una serie de rituales y actividades que conmemoran la crucifixión de Jesucristo

Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente se llena de reverencia. 

La iglesia y santuarios del pueblo, son adornados con telas moradas y símbolos religiosos, ofrecen misas y momentos de oración. 

Los fieles asisten con devoción, participando en la liturgia que incluye la lectura de la Pasión de Cristo, donde cada palabra resuena con un profundo significado para la comunidad.

Uno de los momentos más esperados es el Vía Crucis, que se lleva a cabo por las calles de Etzatlán. 

Este recorrido simbólico representa el camino de Jesús hacia su crucifixión y es una oportunidad para que los feligreses mediten sobre el sacrificio que hizo por la humanidad. 

Durante la procesión, se representan las estaciones del Vía Crucis, con personas que asumen diferentes papeles, evocando el sufrimiento y la solidaridad.

El sentido de comunidad se fortalece durante estas actividades, ya que tanto jóvenes como mayores participan activamente, llevando cruces, antorchas y cantando himnos que evocan el dolor y la esperanza. 

La atmósfera es de reflexión, y en cada rincón del pueblo se pueden ver signos de fe y compromiso espiritual.

La adoración de la cruz es otro de los momentos solemnes del día. Los feligreses se acercan a venerar la cruz, símbolo del sacrificio de Cristo, mientras participan en oraciones y cantos que expresan tanto luto como anhelo de redención. 

Este acto de devoción une a la comunidad en un sentimiento de pertenencia y esperanza.

En Etzatlán, el Viernes Santo es también un día de ayuno y abstinencia. 

Las familias se reúnen para compartir alimentos tradicionales, aunque a menudo limitados a pescados y verduras, en un acto de penitencia que refleja la seriedad de la conmemoración.

Al caer la tarde, muchos habitantes participan en procesiones que recorren las calles, llevando imágenes de la Virgen María y de Jesucristo crucificado. 

Estas manifestaciones no solo son un acto de fe, sino también una expresión cultural que resalta la identidad del pueblo y su profundo sentido de pertenencia religiosa.

El Viernes Santo en Etzatlán culmina con un ambiente de introspección y esperanza, preparándolos para la futura celebración de la Pascua. 

La comunidad, unida en oración y reflexión, espera con anhelo el Domingo de Resurrección, cuando se celebra la victoria de la vida sobre la muerte. 

En este sentido, el Viernes Santo no solo es un día de luto, sino también un recordatorio del amor eterno y la promesa de redención.

José Antonio Siordia Barboza, representó a Jesús de Nazareth, hijo de José.

Información, y fotografías: Gobierno de Etzatlán, 18 de abril, 2025.

Edición de fotografías: J. Carlos C.

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17 abril 2025

La Semana Santa en Etzatlán.

La Semana Santa en Etzatlán. 

Por Carlos Enrique Parra Ron.

Fecha: 09 de Abril de 2020


Cada año se celebra la Semana Mayor; Todo mundo se prepara para esta ocasión, unos se van de vacaciones, y otros se quedaban en casa.  

Año con año, se vive en la población cristiana de Etzatlán, con una enorme fe, eso fue desde la llegada de los frailes franciscanos a esta tierra. En ella, se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Voy a relatarle un poco de esta llamada -también-: La Semana Mayor… Da comienzo el Domingo de Ramos, y culmina el Domingo de Resurrección, con el primero se abre solemnemente la Semana Santa, recordando las palmas con las cuales fue recibido Jesús a la entrada de Jerusalén, aquí se bendicen los ramos y se efectúa una peregrinación que comienza a las 11:00 a.m. de la Glorieta de las Garzas, hasta la Parroquia de la Purísima Concepción, para después participar en una misa solemne. 

1. En Etzatlán, Jalisco, el Domingo de Ramos, conmemorando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Esta festividad marca el inicio de la Semana Santa y se celebra con misas, procesiones y la bendición de ramos de palma o de otras plantas nativas.

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El Jueves Santo, que es el primer Triduo Pascual, aquí se conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena de Jesús en compañía de sus apóstoles.

Para esta celebración, se invita a los fieles para que reciban el Sacramento de la Eucaristía; En este día, destaca el lavatorio de pies, (6:00 p.m.) que el sacerdote realiza con una docena de parroquianos que, -vestidos a la usanza de aquellos tiempos-, permiten que el sacerdote les lave, y bese los pies, en señal de humildad antes del inicio de la última cena. 

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Viernes Santo, una de las principales celebraciones de la Iglesia Católica, en la que se conmemora la muerte de Jesús de Nazaret. 

El Viacrucis Viviente: Espectacular representación bíblica, en dónde el pueblo, y visitantes, se maravillan del inmenso despliegue, de parroquianos que se congregan desde temprana hora, para dar inicio en la Plaza Principal Antonio Escobedo, (10:00 a.m.) en dónde dará comienzo el viacrucis viviente, que partirá de la Plaza Principal, hasta llegar a un lado del Templo del Sagrado Corazón, en dónde se lleva a cabo la Crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, bien representado por un joven lugareño. 

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La celebración de la Pasión del Señor, y adoración de la Santa Cruz (6:00 p.m.) y después el Rosario de pésame, (8:00 p.m.) más tarde (9:00 p.m.) da inicio desde la Parroquia, la tradicional Procesión del Silencio, en donde participa la mitad del pueblo en la procesión, y la otra mitad viendo. 

Al frente, mujeres que simulan a la Virgen María, portando la corona de espinas de su amado hijo, y detrás de ellas, un sinnúmero de personas ataviadas con trajes negros, y un capuchón que les cubre la cabeza, unos soportando el peso de pesadas cruces, otros, tan solo cargando unos maderos en los hombros, otros más arrastrando largas cadenas por el empedrado. 

 


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Sábado de Gloria, es el tercer día del Triduo Pascual, concluyendo en las segundas vísperas del Domingo de Resurrección, de esta forma es como termina para la familia cristiana la Semana Santa. Vigilia Pascual, la Bendición del Fuego Nuevo, (10:00 p.m.) Domingo de Resurrección, en este día es celebrada con gran júbilo la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, tras haber sido crucificado. 

Así es como se vive la Semana Santa, en Etzatlán. 

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<< En la antigüedad, se acostumbraba la denominada: "Cuereada", al dar las 10:00 de la mañana, y al repique de campanas anunciando que se abría la gloria, los mayores agarraban un cinto o fajo, y comenzaban a azotar a cuanto infante encontraban a su paso. Se introducían a las casas ajenas,  y en los cuartos de los vecinos -sin que nadie se molestara- también se daban fajazos a diestra y siniestra, al mismo tiempo que los adultos decían: "Pa' que crezcas, pa´que crezcas">> 

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En la delegación de Santa Rosalía, aún prevalece la tradicional quema del Judas, misma que se hace cada Domingo, después del Sábado de Gloria de cada año, aquí encontrará un enlace donde hablamos de dicha tradición, con más detalle:

https://etzatlanjalisco.blogspot.com/2025/04/tradicion-la-quema-del-judas-de-santa.html

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Créditos: 
Enrique Parra Ron (Texto de la semana santa, y video de tradicional: "Coereada")
José Manuel Ramos López. (Anécdota de la tradicional coereada)
Gobierno Etzatlán (Video Domingo de Ramos, 2025)
Parroquia Purísima Concepción (videos: "viacrucis viviente, Procesión del silencio, 2025"

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Acervo histórico:

Documentos (fotografías y videos)

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13 abril 2025

Satélite visto en Etzatlán



La noche del 12 de abril de 2025, una estela de luz pudo observarse surcando el cielo de Etzatlán, así como en el de todo el país. 

Varios ciudadanos pudieron documentar el suceso a través de video grabaciones:






Existieron varias opiniones, ¿Se tratará de OVNIS?, ¿Sería un meteorito?, ¿El cielo se cae? Pero en realidad, se trató de la misión NROL-192 realizada por la compañía SpaceX a las 5:25 a.m. (8:53 p.m. México) PT, específicamente, se trató del Falcon 9 lanzado en la misión NROL-192 desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 4 Este (SLC-4E) en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.

Este fue el vigésimo cuarto vuelo del propulsor de primera etapa que apoya esta misión, que anteriormente lanzó las misiones NROL-87, NROL-85, SARah-1, SWOT, Transporter-8, Transporter-9, NROL-146, Bandwagon-2, NROL-153 y 14 Starlink.







Un día antes, es decir, el 11 de abril de 2025, la empresa realizó lanzamientos de prueba con despegue y aterrizaje exitosos:


Posterior a ello, la empresa SpaceX realiza una cordial invitación a presenciar el lanzamiento del Falcon 9  en sus redes oficiales:


A continuación, podrás mirar la transmisión de la misión en el siguiente vídeo:

 

Fuente:  


Si el video fue retirado de su página principal o de origen, nosotros recuperamos el documento, y puede ser visto en este otro enlace:

https://drive.google.com/file/d/1Dq6Ln81T-67mX1kbSLZmMrktYaxJm2gB/view?usp=drivesdk

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08 abril 2025

Everardo Topete Árcega

(Imagen recreada, ilustrativa)

Everardo Topete Árcega.

El 30 de noviembre de 1890, nació en Etzatlán, Jalisco, el político Everardo Topete Arcega; fue hijo de Doroteo Topete Gómez y María de Jesús Arcega; efectuó sus estudios primarios su tierra natal de donde pasó al Liceo de Varones de Guadalajara. 

Fue electo gobernador del Estado para el periodo de 1935 a 1939; su gubernatura se caracterizó por el conflicto estudiantil originado por la implantación de la educación socialista impulsada por el gobierno de Lázaro Cárdenas, que culminó con la fundación de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Durante su gobierno fue contratado el pintor zapotlense, José Clemente para que pintara la cúpula del Hospicio Cabañas, donde plasmó una de sus más grandes obras: El Hombre de Fuego. Al terminar su periodo, Everardo Topete poco a poco se retiró de la política y murió en el año de 1979.

Cursó desde sus primeros años de instrucción primaria en el pueblo minero de El Zopilote, en el municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit.

Así, fue hasta por 1905 que Everardo Topete continuó su estudios en el Liceo de Varones de Guadalajara, ciudad en la que a los 18 años se casó con Virginia Julieta Jiménez, de apenas 16 años, y con la que tuvo sus cinco hijos: Ramona, Virginia, Julieta, Lupercio y Alberto.


Fue en 1913 que trabajó como empleado de correos, también se dedicó a la agricultura y la ganadería hasta que, en tiempos de la primera Guerra Cristera, mediados de 1927 a 1930, de los tres alcaldes con que contó dicho municipio en el contexto de una grave inestabilidad general a todo el occidente mexicano, entre 1930 y 1931 logró por fin ser presidente municipal de Etzatlán.

Luego de ello, se tiene el documento que para junio de 1932 Everardo Topete fue diputado local; en tal contexto, si desde mayo de 1933 varios diputados federales manifestaron su apoyo al general michoacano Lázaro Cárdenas para que ocupase la silla presidencial a partir del 1 de diciembre de 1934, aunque poco antes en Jalisco, un grupo encabezado por el Gobernador del Estado Sebastián Allende Rojas y por Jesús González Gallo, presidente del PNR local y futuro Gobernador de 1947 a 1949, a su vez se pronunciaron en favor de Manuel Pérez Treviño; fue desde en junio de 1933 que arriaron banderas luego de que Plutarco Elías Calles apoyó públicamente a Cárdenas, justa y precisamente en Guadalajara. 

Sin embargo después, al llegar el momento de cambiar gobernador en Jalisco, fueron éstos mismos los que con el respaldo de Calles precisamente lograron que Everardo Topete le ganara al candidato de Cárdenas, que era don Silvano Barba González (ex gobernador interino entre 1926 y 1927).

De esta forma, convertida la capital jalisciense en bastión del callismo, luego que el 20 de julio de 1934, Plutarco Elías Calles se dirigiese al pueblo de Jalisco para expresar su opinión sobre la reforma al artículo 3º de la Constitución en un mensaje que fue conocido como el "Grito de Guadalajara", el 1 de marzo de 1935 Everardo Topete juró como Gobernador de Jalisco en sustitución, precisamente, de Sebastián Allende Rojas.

Fue precisamente al inicio de su gobierno que, en términos educativos y auspiciado por su hermano el entonces presidente del Partido Revolucionario Mexicano -PRM- en Jalisco, Florencio Topete, justo en marzo el coreógrafo pionero de la danza folklórica jalisciense Francisco Sánchez Flores creó y popularizó su novel espectáculo folklórico denominado “La Canción del Ejido”, que finalizaba con el son “La culebra”, luego que –como el gobernador Topete- de trataban de elementos tomados de descendiente de inmigrantes tepiqueños a Jalisco (de quienes confesará en su autobiografía de 1984 el haber aprendido de ellos a bailar estos sones y jarabes mariacheros de su fallecido tío abuelo, el coronel José Trigo, excelso bailador de jarabes en su natal Ciudad de Tepic de finales del siglo XIX, así como en las haciendas del oriente de la entonces jurisdicción de Santiago Ixcuintla: precisamente la región de infancia de Everardo Topete).

Más, aunque como era de esperarse en su gobierno se encontró con muchos problemas encabezados por una difícil pacificación básicamente encabezados por los referentes a la educación y los repartos agrarios.

Su administración se alineó a las determinaciones del presidente de la república. Las centrales obreras callistas y las agrupaciones de derecha fueron los primeros obstáculos a los que se enfrentó. Y por su parte Cárdenas, cuando se dedicó a erradicar el callismo del país, brindó especial atención a Jalisco y, en Guadalajara, pidió personalmente a los obreros y campesinos el respaldo al gobierno de Topete y se comprometió con ellos a poner en práctica lo estipulado en el plan sexenal. Por su parte, a los campesinos los invitó, además, a formar una sola central que velara por sus intereses, y con esa finalidad creó en el estado una organización de obreros y campesinos llamada Frente Único Obrero-Campesino, que presionó a Topete para que paso a paso llevara a la práctica las reformas sociales que el pueblo de Jalisco exigía, de forma que siguiendo la política cardenista, Topete comienza el reparto de 438 mil hectáreas a los campesinos jaliscienses y también dota de los servicios de agua potable y drenajes a varias poblaciones, construye las primeras unidades de vivienda popular, reconstruye el Parque Morelos y pavimenta a base de concreto de las principales avenidas de la capital tapatía.

Pero además, y en beneficio permanente de su baluarte Etzatlán (justo el año en que Rigoberto Ochoa Zaragoza nace en él), Topete hizo renombrar su plaza en honor a su hasta entonces único gobernador Antonio Escobedo I. Daza, colocándole su todavía kiosco, bancas y albortantes de origen francés.

Sin embargo ese mismo 1935, un hecho violento reacomodó en favor del cardenismo las fuerzas políticas de la entidad. El asesinato de dos diputados de las filas cardenistas provocó que los partidarios de éstos se propusieran ratificar a la familia revolucionaria. Decidieron formar una organización que los integrara a todos. Entre sus objetivos destacaba la laucha por ganar espacios tanto en el gobierno como en el Comité Directivo Estatal del PNR. Sin embargo, la oposición del gobernador y del allendista Jesús González Gallo lo impidió. Como la lucha entre callistas y cardenistas continuó, no sólo en Jalisco, sino en todo México, Lázaro Cárdenas no tuvo otra opción más que expulsar del país al Jefe Máximo (Plutarco Elías Calles) y a sus colaboradores más cercanos” en un hecho que, por inusitado, culminaría en el nacimiento del Partido Revolucionario Institucional y cuyos efectos nos afectan aun hasta hoy.

Más, al saberse en Guadalajara la salida de Calles, un importante grupo de políticos encabezados por el cardenista Silvano Barba González comenzó a pugnar por la caída de Topete; sin embargo, la legislatura del estado y el propio presidente Cárdenas le hicieron patente un respaldo tan decidido que, a fin de cuentas, lo sostuvo en el cargo hasta finalizar su periodo.

Así, si fue en su gobierno cuando el presidente Cárdenas prohibió que se enseñara la religión en las escuelas y en la Universidad de Guadalajara los alumnos y maestros hicieron constantes huelgas que llegaron a paralizarla temporalmente, generando la renuncia del rector Enrique Díaz y su clausura; fue el 3 de marzo de 1935 que con el apoyo económico del clero y de empresarios que también se oponían al proyecto de educación socialista del presidente Cárdenas, la Federación de Estudiantes Universitarios de Jalisco formó una nueva Universidad, la primera universidad privada y autónoma de México, llamada Universidad Autónoma de Guadalajara y misma que eligió a José Antonio Leaño Álvarez del Castillo como su primer rector.

Por su parte, entre otras obras materiales durante su gobierno (1935 – 1939) fue que se concluyó el edificio proyectado para el Poder Legislativo, actualmente ocupado por la Rectoría de la Universidad de Guadalajara (si bien cuando se concluyó la obra, ésta le fue entregada a la Dirección de Estudios Superiores y nuevamente el Poder Legislativo volvió a quedarse sin edificio propio), y, para 1936 y con el objetivo de poder pavimentarlas en los siguientes años, construye los caminos de terracería de Guadalajara a Autlán, de Guadalajara a Puente de Calderón y Lagos de Moreno, la carretera Guadalajara a Tequila hacia Tepic y el camino carretero de Guadalajara a Chapala que, para financiarlo, enajenó el edificio de la antigua Real Universidad de Guadalajara provocando su desafortunado derribo (a única excepción de su templo de Santo Tomás, hoy Biblioteca Iberoamericana); hecho que se sumó a la fatalidad del incendio que también destruyó el interior del virreinal templo principal del ex convento de San Francisco de Guadalajara.

Además, el 18 de marzo de 1936 y como también lo aplicó a otros movimientos sociales similares, Topete también terminó violentamente con la huelga del Sindicato de Ordeñadores Revolucionarios, alegándose que dicha huelga “había tomado proporciones alarmantes y ya se habían cometido dos asesinatos a causa de ello”. Pero a la par, fue también en 1936 que se formó la CTM, Confederación de Trabajadores de México, que desarrolló al movimiento del sindicalismo, y también la CNC, Confederación Nacional Campesina; y, promocionándose al ejido y la importancia del reparto agrario, se fundaron el Banco Nacional de Crédito Agrícola y el del Crédito Ejidal, para ir apoyando a la esperada Reforma Agraria que sobrevendría, al tiempo que se construyen diversos centros escolares, se da notable impulso a la enseñanza de jardín de niños.

Más fue también en 1936 cuando, habiendo fundado su prestigiosa Academia Musical desde 1919 y originario el maestro Ramón Serratos de Compostela, Nayarit, fue entonces que emigró a la Ciudad de México, en forma paralela a que la cinta Allá en el Rancho Grande, protagonizada por Tito Guízar, inauguró un género considerado como el punto de partida de la Época de Oro del cine mexicano, donde personajes entrañables como Pedro Infante, Jorge Negrete o Javier Solís se encargaron de proyectar el mariachi y al charro, pero al estado de Jalisco gobernado por Topete, en los nuevos símbolos de la identidad nacional mexicana que dio a conocer al mariachi, el tequila y la charrería como símbolos apropiados por Jalisco a nivel internacional.

Fue en tal contexto que el 24 de julio de 1937 y con la ayuda del Congreso del Estado, el gobernador Topete restableció la Universidad de Guadalajara, donde puso como rector al Lic. Constancio Hernández Alvirde, y mismo año en que emprendió el remozamiento del Hospicio Cabañas que culminaría, desde el 1 de noviembre, con la decoración de la capilla Clementina cuya máxima expresión sería su cúpula con "El hombre envuelto en llamas" obra de José Clemente Orozco que luego se extendería a la escalera principal del Palacio de Gobierno y al Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, así como para la conformación de la Unión de Pintores y Escultores de Jalisco, precisamente bajo la guía de éste artista de izquierda.

Desde 1938 (por cierto año de nacimiento de Liberato Montenegro Villa en La Mazata, cerca de su pueblo de origen), la sucesión del gobernador Topete produjo una nueva ebullición en Jalisco porque contendió en las urnas con el antiguo y prestigiado villista Julián Medina, por el Partido Socialista Reivindicador de forma que, finalmente derrotado por el candidato del PNR Silvano Barba González, fue a éste a quien el 28 de febrero de 1939 le entregó la gubernatura y poco a poco se retiró de la política.

Más todavía herencia de su política cultural, la puesta folklórica “La Canción del Ejido” seria mostrada en Autlán, Jalisco, durante la visita del candidato priista Manuel Ávila Camacho mismo que, ya electo presidente de la República, dispuso el presentarla durante las celebraciones por su toma de posesión en la Ciudad de México como una función de gala en Bellas Artes y luego otra en la residencia oficial de Los Pinos, ante el saliente presidente Lázaro Cárdenas y su señora esposa para, enseguida, iniciar una corta temporada en el Palacio de las Bellas Artes e iniciando, con ello, su popularización nacional y mundial de la mano del famoso Ballet Folklórico de México, dirigido por la coreógrafa capitalina Amalia Hernández.

Everardo Topete Árcega, murió en Guadalajara, Jalisco, el 18 de diciembre de 1978.

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Créditos: 

Carlos Enrique Parra Ron, 

Francisco Samaniega, 

Carlos H. Loza Gutiérrez, 

muchosdocpr.blogspot.com


Fuentes:

https://drive.google.com/file/d/1z-lzgu0_iT8w6rg2wjR9escJo7vOwdIe/view?usp=drive_link

https://drive.google.com/file/d/1nzj_XXa4pLoqQyvrFzrit7gL9ZsknDo5/view?usp=sharing

https://muse.jhu.edu/pub/320/oa_monograph/chapter/2582065

https://info.jalisco.gob.mx/sites/default/files/leyes/C%C3%B3digo_de_Procedimientos_Civiles_del_Estado_de_Jalisco_2011_0.pdf

https://contraloriageneral.udg.mx/sites/default/files/2021-10/13-com.-educ.-y-hac.-iv-2013-182-edificio-rect-febrero-2013.pdf

https://respaldo.ameca.gob.mx/files/TransparencyContent_0044_pgOytkhB.pdf

06 abril 2025

El lado oscuro, de la Historia de la Mina del Amparo

(Imagen recreada, ilustrativa)

Varias de las minas de oro y plata más ricas de México, se encontraban cerca del pueblo de Etzatlán, Jalisco, a 70 kilómetros al oeste de Guadalajara.. 

Eran operadas por una empresa estadounidense, la Amparo Mining Company. Una historia, sobre la extraordinaria prosperidad que las minas trajeron -no solo a los administradores extranjeros-, sino también a los mineros, quienes parecían, haber formado una gran familia feliz.

El único inconveniente, fue que la mayoría de esos mineros se declararon en huelga en 1926, lo que finalmente resultó en el cierre de todas las minas en las colinas sobre Etzatlán. 

Los mineros tenían altos salarios, vivienda gratuita, educación gratuita, dos supermercados que ofrecían la mejor comida, y ropa de todo el país, un hospital de primera clase, béisbol, varias orquestas, fútbol, baloncesto, voleibol, electricidad (antes que cualquier pueblo de la zona) e incluso su propio teatro donde podían ver películas mudas, sonoras, óperas y conciertos de los más grandes artistas de la época.

Entonces, ¿por qué marcharon en protesta a la Ciudad de México detrás del organizador izquierdista (y famoso muralista) David Alfaro Siqueiros?

Bueno, por fin encontré respuestas a mis preguntas en un libro recién publicado por el historiador de Etzatlán: Carlos Enrique Parra Ron. El título es: "Don Faustino... del Amparo al Desamparo", que podría traducirse como: "Don Faustino... Amparo de la Bonanza a la Caída". 

Don Faustino Hernández era -dice Parra-, un hombre de más de 80 años que un día entró a su oficina y anunció orgulloso: “que había nacido y crecido en el legendario pueblo minero de Amparo y que estaba dispuesto a colaborar conmigo en la intrigante tarea de rescatar fragmentos de la extraordinaria historia de esa enigmática empresa”.




En el libro, Don Faustino describe lo que sucedía dentro de las minas en su época. Los perforadores, dijo, bajaban hasta el fondo de los túneles con sus ayudantes. 

Allí perforaban agujeros que llenaban con dinamita. Luego, cuando se encendían las mechas, gritaban: "¡Ya está pegado!", que significaba: "¡Corran por sus vidas!".

Tras las explosiones, los tenateros entraban con grandes contenedores tipo bolsa, hechos de cuero crudo y con una correa larga que rodeaba la frente del tenatero. 

Llenaban las bolsas con piedras y las subían por escaleras dentadas hechas de troncos de árbol hasta llegar al exterior.

Aquí, los trozos se fragmentaban -y el mineral que contenía metal-, se separaba de la roca simple, y se transportaba en un teleférico a Las Jiménez. Dos kilómetros al sureste en línea recta.

En Las Jiménez, el mineral se molía hasta convertirlo en polvo, y se transformaba en lingotes de plata y oro, excepto unos pocos gramos que se acuñaban en monedas para pagar a los mineros. 

Los lingotes, se transportaban en camiones (con ocho hombres de guardia) a la estación de tren de Etzatlán, desde donde partían hacia Guadalajara, y otros puntos de México y Estados Unidos. 

«En sus inicios» -declaró Don Faustino-, «estas minas eran peligrosas y causaban numerosas muertes.

Los tenateros corrían riesgos constantemente sin descanso.

Eran tratados como infrahumanos, respirando quién sabe qué aire, bajo la amenaza de derrumbes en los que quedarían atrapados o serían destrozados».

Don Faustino añade que los "patrones" contrataban a niños, incluso menores de 12 años, para ser tenateros, obligados a cargar sus contenedores de cuero con piedras a través de los oscuros, húmedos y calurosos pozos de la mina, a veces arrastrándolos por estrechos pasadizos.

"Muchos de estos trabajadores" - continuó Don Faustino-, "solo duraron cinco o seis años en la mina y terminaron como lo que llamábamos 'cascados': pálidos, tosiendo e incapaces de trabajar. Pensábamos que habían contraído neumonía, por el drástico cambio de temperatura entre los pozos calientes, y húmedos de la mina, y el aire fresco del exterior. 

Se les consideraba jubilados, pero seguían recibiendo sus salarios. Los veíamos sentados, totalmente exhaustos, tosiendo sin parar".

Hoy en día, se sabe que lo que padecían esos mineros era silicosis aguda, que se desarrolla tras la exposición a altas concentraciones de polvo de sílice respirable, que es similar al vidrio molido. 

Esto provoca dificultad para respirar grave, tos, fatiga, fiebre, dolor en el pecho, piel azulada y pérdida de peso, que a menudo conduce a la muerte. 

Las víctimas de silicosis aguda, son particularmente susceptibles a la infección por tuberculosis, posiblemente, porque la sílice daña los glóbulos blancos que normalmente matan las bacterias que causan la tuberculosis. 

"Así" -dice Don Faustino-, "aquellos mineros que una vez fueron muy queridos, ahora eran rechazados, porque la gente creía que su enfermedad era contagiosa. 

Poco a poco, fueron desapareciendo, dejando a sus familias en una situación desesperada porque la indemnización que recibieron sus sobrevivientes de la compañía, fue miserable".

Además, de las entrevistas con Don Faustino, el libro de Carlos Parra contiene ocho páginas sobre la sindicalización de los mineros y el fin de las operaciones mineras en Amparo y sus alrededores. 

Esta información, fue proporcionada por otro informante, estrechamente involucrado en las últimas etapas de la historia del Amparo, Don Emilio Balbuena. 

Parece que en 1926, se formaron en El Amparo dos sindicatos rivales: uno llamado: Los Rojos, organizado por David Alfaro Siqueiros, y el otro, Los Polveados. 

De alguna manera, el líder del Sindicato Nacional de Mineros de México, Filiberto Ruvalcaba, logró que ambos trabajaran juntos y solicitaran a la gerencia un aumento salarial.

La compañía se negó rotundamente, alegando que la mina ya no producía altos rendimientos.

Así pues, los mineros se declararon en huelga y permanecieron en huelga durante cinco meses, pero la compañía se negó a ceder. 

Entonces, Ruvalcaba sugirió que llevaran su desacuerdo con los "gringos" a la Ciudad de México, directamente a Los Pinos, y los mineros accedieron. 

A las tres de la mañana, 400 de ellos partieron a pie desde Las Jiménez, llegando a Teuchitlán a las 10 de la mañana.

“Nos sentamos bajo la sombra de los árboles de Guamúchil”, dice Balbuena, “y calentamos nuestros tacos. Luego, seguimos caminando hasta Tala, donde paramos a dormir. 

Nos levantamos de nuevo a las 3:00 a. m. y continuamos nuestro camino hacia La Primavera, donde descansamos. Pero cuando retomamos la marcha, los mineros mayores y los cascados empezaron a rezagarse”.

Los primeros huelguistas en llegar a Guadalajara enviaron 20 taxis de regreso para recoger a los ancianos y enfermos, y luego, congregándose en la Glorieta de La Minerva (rotonda), los mineros marcharon por la Avenida Vallarta de cuatro en cuatro “en una fila interminable” hasta la Clínica del Seguro Social en Agua Azul, que se convirtió en su hogar temporal. Allí, otros trabajadores sindicalizados, les llevaron una vaca para comer y un cazo gigante de cobre para cocinarla, y el gobernador se comprometió a ayudarlos.

Balbuena dice: “Nuestros líderes fueron entonces a un centro de arbitraje en el DF, donde pasaron varias semanas luchando contra los representantes de la minera. Finalmente, el señor Ruvalcaba, nos llamó, diciendo que la empresa se había negado a acceder a nuestras peticiones y que debíamos prepararnos, porque a la mañana siguiente todos marcharíamos hacia el capitolio. 

Pero al día siguiente, justo cuando estábamos a punto de irnos, volvió a llamar para anunciar que la minera finalmente había accedido a darnos no solo una indemnización, sino también la mina.

El sindicato ferroviario se encargó de que todos volviéramos a Etzatlán y al día siguiente de nuestra llegada, celebramos una gran reunión para elegir una Junta Directiva, porque desde ese momento fuimos nuestros propios patrones”. El relato de Don Emilio sobre lo que posteriormente ocurrió con la mina en manos del sindicato está tan lleno de patetismo, euforia, avaricia, traición y tragedia como la primera parte de su historia, pero no tengo más espacio para contarlo.

Baste decir que, gracias a esta información publicada por el historiador Carlos Parra, se ha revelado que la Saga de las Minas de Amparo tiene todos los ingredientes, y más, para ser una película taquillera, con suficiente lado oscuro como para merecer el interés del maestro del terror, Guillermo del Toro.

Don Faustino Hernández, falleció en Guadalajara en 2015, a pocos días de cumplir 86 años. 

(Foto original, crédito de la misma, a su respectivo propietario)

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Referencias: 

- La Minera Amparo: De la bonanza al fracaso, Por John Pint.

02 abril 2025

Patrimonio Cultural Intangible de Etzatlán, Jalisco.


– Ceremonias, Fiestas, Tradiciones – 


Fiestas del Señor de la Misericordia: Es el Santo patrono de Etzatlán, se festeja con un novenario, misas solemnes, serenatas castillos y peregrinaciones, cohetes, repique de campanas, arreglos en las calles y fachadas de las casas, el último día del novenario que invariablemente es el último domingo del mes de Octubre, es el día de los hijos ausentes que son los nacidos en estas tierras y que por algún motivo ya no radican en ella, los cuales se unen a los festejos con una peregrinación y la recepción de ésta en el templo de la Purísima Concepción. 

Los festejos son de máxima importancia para la localidad ya que la participación de los barrios se hace presente, así mismo, existen familias y/o asociaciones, que por tradición y herencia son los benefactores y patrocinan generalmente un día de la fiesta.


Fiesta de las Cruces: La fiesta de la santa cruz que se celebra el 3 de mayo de cada año a la cual también se le realiza un novenario, esta práctica de origen colonial tiene como primigenia intención la de proteger a la población de las fuerzas del mal circundando la población con altares dedicados a la cruz. En las fiestas de las cruces, éstas son trasladadas a la parroquia de “La Purísima Concepción” donde permanecen por espacio de una semana, durante la cual, en cada barrio donde existe una cruz se levanta una lujosa ermita adornadas con telas de colores, papel de china, flores y festones, en la que se danzan hombres y mujeres vestidos de aztecas con tambores y coreografías. Entre estas danzas destaca la danza de conquista.


Los Nardos: En el Municipio de Etzatlán, agosto, es el mes de los nardos, ya se hizo tradicional que en este tiempo algunas personas vayan al cerro a cortar esta bella y aromática flor del nardo, misma que los domingos suelen vender en la plaza. En distintos lugares se ven los chiquigüites llenos. 

La tradición a la fecha, ya no es practicada por los pobladores, pero en sus tiempos, consistía em que  los jóvenes compren sus nardos y en las vueltas de la serenata dominical se los den a las muchachas que les agraden, diciéndoles: "¿me regalas una vuelta?" ofreciendo el ramo de nardos, y si la señorita le acepta, el joven se va con ella y en algunas ocasiones ahí empieza el noviazgo llegando hasta el matrimonio. Y desde hace mucho tiempo que se perdió la tradición del último día del mes de agosto cuando se celebraba el famoso "baile del nardo" que se llevaba a cabo en el Club de Leones Campestre. 


El Nardo Es una de las plantas de jardín más populares del mundo, estimada generalmente por la belleza de sus blancas flores y lo intenso de su agradable perfume. Es originaria de México, de donde fue enviada a Europa, juntamente con ejemplares de otras flores mexicanas. España envió el nardo a Holanda, en donde se cultivó con esmero y se propagó intensamente, comercializándose su cultivo. Su intenso aroma es más penetrante en las últimas horas de la tarde, siendo más perfumadas las variedades sencillas que las dobles. 

La planta es, liliácea, de olorosas flores, tuberosa, y en Europa se le identifica con el espicanardo. Los bulbos del nardo requieren tierra bien drenada para su cultivo, rica en materias orgánicas; después del corte de flores, se sacan estos bulbos de la tierra, antes de que aparezcan las primeras heladas, poniéndolos a secar y guardándolos para el próximo año, en lugares bien secos y aireados. Sé obtienen flores en verano, haciendo plantaciones de bulbos escalonados, durante tres o cuatro semanas, en el verano anterior.

Para tener flores en invierno los jardineros retardan la floración, poniendo las macetas en lugares fríos, durante el invierno. Llevada de la Virgen de San Juanito de Escobedo (Virgen del Pueblito): Cada año, el segundo lunes del mes de octubre los Etzatlenses acompañan en caminando romería a la Virgen del Pueblito, hasta la población de San Juanito de Escobedo, virgen a la que se le atribuyen muchos milagros y es muy venerada en la Región. 



Fiesta del Señor de El Amparo: En el año de 1934 llega la imagen de Jesucristo al templo de la población pues se dice que antes no tenía un Santo Patrón y fue el padre Francisco (Pancho) Vizcarra quién aconsejara a los feligreses que era muy importante tenerlo, por lo que con la cooperación de los patrones, comerciantes y mineros se mandó hacer una imagen de Jesús crucificado al cual el padre Pancho la bautizara con el nombre de El Señor de “El Amparo”, poniendo como fecha para festejarlo el último domingo del mes de mayo. 

Año con año se sigue festejando en una gran fiesta en donde acuden una gran cantidad de familiares de los antiguos mineros y personal que laboró en estas tan importantes minas. 

Se hace un novenario y el día domingo una gran fiesta religiosa y pagana, la tradición más arraigada además de las visitas a las bocaminas es que los visitantes de los alrededores lleguen a caballo, concentrándose en el pueblo una gran cantidad de jinetes. 

Antes se oficiaba una misa en la bocamina principal, pero esta tradición se fue perdiendo y uno de los nativos de este lugar don Faustino Hernández Hernández, sugiere que se haga en ese lugar donde dieron tantas personas su vida, una capillita. Es así como esta tradición de visitar un pueblo que durante todo el año luce casi vacío sigue viva gracias a aquellos que no olvidan el terruño. 



Fiesta del Señor, Septiembre de Oconahua: (Celebración de San Miguel) La fiesta dedicada a este arcángel comienza el 20 de septiembre y se prolonga hasta el día 29, fecha marcada como suya en el calendario litúrgico. El día 20 se hace un recorrido por el pueblo que culmina en la iglesia donde, a la “Hora Santa” (las ocho de la noche) se reza un rosario para dar gracias a Dios e iniciar los festejos dedicados a San Miguel. 

El día 21 por la mañana se canta “el alba”, se dice un rosario, se realizan cánticos acompañados con una banda de música y sobre todo se canta el himno a San Miguel. A la caída de las noches se recorre de nuevo el pueblo y se reza el rosario en la iglesia. Entre los días 21 y 27 se repite esta liturgia, y sólo el 28, al cumplirse el novenario, se realiza la peregrinación de las espigas, que es la romería mayor e involucra a todo el pueblo. 

Al día siguiente, 29 de septiembre, tiene lugar la celebración de “la mera fiesta” del arcángel, se dice una misa, se hace un recorrido por el pueblo, hay música, se come y se bebe en abundancia, y llega a haber excesos. 

A la peregrinación de las espigas asisten numerosas personas de otros pueblos, quienes por lo general son devotos de San Miguel. En ocasiones estos forasteros cooperan para la realización de la peregrinación e inclusive muchos de ellos son formalmente invitados, pero ello depende, en buena medida, del grado de organización que hayan logrado los vecinos de Oconahua para la realización de los festejos. 

Algunas familias, para marcar su estatus material o para simular que lo tienen, cubren los costos de un día de celebración, que consisten en el pago de cohetes, música y liturgia. En años recientes la fiesta del aniversario de San Miguel, que corresponde al 29 de septiembre, ha devenido en una suerte de “fiesta del ausente”. 

Las festividades ofrecidas al arcángel son tan importantes para los habitantes de Oconahua, que los que se han ausentado —sean los emigrados a Estados Unidos, los que viven en Guadalajara u otros— vuelven para obsequiar y agasajar con sus familias y amigos.

Así, no sólo se re-arraigan simbólicamente a su terruño quienes han debido emigrar, por la razón que fuere, sino que, y sobre todo, se renuevan y fortalecen las viejas y nuevas identidades, las de grupo y las individuales. 


– En Tradiciones Orales – 

Leyenda de la Cruz de Quezada: La Cruz de Quezada, que es la que se encuentra en la parte plana del cerro que lleva su nombre, en donde se le construyó un mirador, tiene su origen en un hecho diabólico, ya que según se dice en algunas noches se veía bailar al demonio en ese lugar rodeado de lenguas de fuego y en un árbol que se encontraba en el lugar un hombre colgado. Fueron varias las personas que vieron esta escena y escucharon los alaridos del demonio, por lo que el padre Quezada, acompañado de otras personas, fue al lugar y lo bendijo, cortó el árbol y con él mandó construir una cruz, que se colocó en donde se apareció el demonio. 


Leyenda de Juan Minero: En este mismo cerro de Quezada tiene lugar la leyenda de Juan Minero, una de las más conocidas en la región, pues va asociada a la importante compañía El Amparo Mining Company. La leyenda relata que un empleado de la mina, de nombre Juan, era encargado de trasladar en su recua el mineral extraído mediante un recorrido por el cerro de Quezada hasta el tren. 

Asaltado y victimado en el cumplimiento de su deber, dio origen a la leyenda de “Juan Minero”, quien a decir de la gente, aún recorre con su lámpara el cerro por las noches en busca del tesoro robado, y es posible ver la luz bajando por el dicho cerro: “se cuenta de un ex -minero de las minas del El Amparo Mining Company, que baja diariamente por el cerro de la Cruz de Quezada, alumbrándose con su lamparita de carburo y hasta hace poco tiempo se veía bajando a ‘Juan Minero’ con su lucecita”. Los enterados en estos fenómenos explican de una manera fría y concluyente que estas luces no son otra cosa que los llamados hechos comunes en regiones mineras, producto de explosiones espontáneas de gases subterráneos; definiciones que no satisfacen la imaginación de los coterráneos.


Leyenda la Confesión de un Difunto: El padre Mojica, quién al parecer en cierta noche llegaron dos hombres tocando la puerta, pidiendo que el Padre Mojica fuera a confesar a una persona que estaba agonizando por la calle de Ocampo. El Padre tomó su breviario y se dirigió con los dos hombres a la casa que estos señalaron, al llegar a la casa, en una cama se encontraba un hombre moribundo, al cual el padre confesó. Terminando la confesión salió y se retiró a sus aposentos. Justo al llegar se dio cuenta que se le había olvidado su breviario. 

Al día siguiente fue a la casa donde realizó su confesión y se encontró con que era una casa sola por mucho tiempo, donde vivió un hombre que fue asesinado hacía ya mucho tiempo por dos sujetos, por causas desconocidas. 

El Padre Mojica logró entrar a la habitación donde había hecho la confesión y justo en tal lugar encontró su breviario olvidado. Es así como esta leyenda cuenta la situación de un asesinato de un hombre que murió sin confesión y después sus mismos malhechores le dieron la gracia de confesarse para estar en paz. Leyenda de Fray Juan Calero: (Bollullos de la Mitación, 1500, Tequila, 5 de junio de 1541) fue un fraile franciscano fundador de la ciudad de Tequila (Jalisco), en México y constructor de varios conventos en la zona. 

Es conocido por ser el primer mártir español en América. Nació en la localidad sevillana de Bollullos de la Mitación fue albañil de profesión hasta que decidió dedicar su vida a Dios en el año 1525, cuando se encontraba trabajando en las obras de construcción del convento de Loreto situado entre Bollullos de la Mitación, Espartinas y Umbrete. Hacia el año 1527 decidió unirse a la expedición evangelizadora junto a conquistadores como Cristóbal de Oñate. 

La labor de Fray Juan Calero empezó a intensificarse a partir de 1530 en la comarca mexicana de Valles. Una de las principales obras de Fray Juan Calero fue la fundación de la ciudad de Tequila y la construcción de los conventos de las localidades de Ahualulco de Mercado y Etzatlán, lugar en el que se instaló y donde está enterrado. 

Los problemas para el franciscano llegaron con la guerra del Mixtón, una sublevación indígena encabezada por Coaxicar ante los abusos de algunos conquistadores españoles, quienes dieron al traste con el proceso de evangelización al tratar de eliminar toda la cultura prehispánica, a lo que los nativos se opusieron con violencia. 

En mayo de 1541, los nativos de Tequila, Ahualulco y Ameca se unieron a la rebelión, remontándose al cerro de Tequila, guiados por Tenamaxtle. 

El 5 de junio, fray Juan Calero, en un intento por frenar el levantamiento, fue al cerro a pacificarlos, invitándolos a bajar, pero fue sacrificado a flechazos y pedradas. 

Los rebeldes despojaron al franciscano de sus hábitos, le sacaron los dientes y le quemaron la cabeza. Tras ser martirizado, el religioso permaneció a la intemperie durante cinco días. Según cuenta la leyenda, su cuerpo, que exhalaba olor a flores, fue hallado incorrupto el 10 de junio y trasladado al convento de Etzatlán.

A partir de ese momento, el lugar en el que se encontró su cadáver se convirtió, gracias al fervor de quienes le conocieron, en una especie de santuario alrededor del cual se formó, años después, una ciudad a la que bautizaron como San Juanito de Escobedo en su honor. Los cronistas locales aseguran que el fraile fue asesinado en el lugar que ahora ocupa el altar de la iglesia de dicha localidad. 

Al martirio de Fray Juan Calero siguió el de otros tres franciscanos que, como él, cayeron a manos de los nobles indígenas insurgentes: Fray Antonio de Cuéllar, Fray Francisco Lorenzo y Fray Juan Francisco. El nombre de Oconahua: Corre la leyenda, que los aztecas en su peregrinación hacia el sur, buscando donde edificar su santa ciudad capital, pasaron por el poblado de Ocohanua, donde estaban lavando ropa las mujeres a la orilla del arroyo. 

Un águila llegó y se paró en un nopal, los aztecas que habían llegado la vieron, y se regocijaron porque eso les indicaba que ahí fundarían su ciudad, pero las indias se asustaron con el águila y arrojándole agua la espantaron. Por ello los aztecas continuaron su peregrinación hacia el sur para fundar Tenochtitlan. 

Hoy a Oconahua se le conoce también como México chiquito.


Los dulces de “Don Salva”: Un gran legado ha dejado, Salvador Méndez Lías, mejor conocido como “don Salva El Dulcero”, mismo que con mucho amor siguió la tradición de su padre don Atanasio Méndez y la heredó a sus sobrinos María Celia Gómez Lías y a su esposo Javier Gómez Esteves. María Celia nos comenta que su tío Salva, nació en Etzatlán, el 14 de septiembre de 1913 y que empezó a hacerse cargo del negocio a los 14 años, cuando falleció su padre. Los dulces que hasta la fecha siguen haciendo con la misma calidad de materia prima y cariño son los siguientes: Jamoncillo, cocadas de leche, orneada y blanca, guayabate, camote, calabaza, queso Nápoles, naranja agría, merengues, bolitas de leche y de menta, garapiñado, pan salchichón, ojo de buey, polvorón y galletas de horno, también en la temporada la jalea y dulce de tejocote. 

Esta es la gran variedad y todo elaborado a la usanza antigua con los ingredientes y utensilios de siempre. 

Hasta aquí lo que nos plática María Celia, pero también entrevisté a Paloma Domínguez quién fuera su empleada durante algún tiempo. Nos dice Paloma Domínguez: -“Yo lo conocí muy bien porque le ayudaba a elaborar los dulces, fue un hombre solitario, nunca se casó y tenía dos hermanos más, una hermana igual que él soltera, que se llamaba María y Silverio, este si estaba casado y también se dedicaba a lo mismo. Tenía muchos sobrinos siempre acompañándolo.

Nunca se enojaba y aunque era muy serio a nadie le faltaba al respeto y le gustaba ir personalmente a hacer su mandado. Él hacía los dulces de mucha calidad nunca les salían ahumados, por lo regular eran los martes cuando los elaboraba y como diario le picaba la cama y se levantaba a las seis de la mañana y a puro hornear, sus comidas y a seguirle. Cuando lo conocí no estaba tan viejo, andaba como en 40 o 45 años y nunca lo vi flojear, siempre lo vi cargar con sus dulces hacia la Plaza, solo que estuviera de verdad muy enfermo, no lo hacía. En las fiestas de octubre se le amontonaba la gente, por lo que necesitaba quién lo ayudara, en esos días le aumentaba el trabajo al triple. Acostumbraba los domingos ir a misa de seis, decía que para aprovechar más el día”. Estos son los recuerdos de Paloma, muy gratos por cierto, ella me comentaba y tal vez sean los recuerdos de cuantos tuvieron la fortuna de conocerlo. En la actualidad son varias las personas, familiares entre sí, los que siguen con esta tradición, situados en el mismo lugar que hace más de 50 años la gente ubica como: “la esquina en donde están los dulces de don Salva”. 


Los Agüilotes Azucarados: La igualama, uvalama o agüilote, es una planta nativa de Sonora perteneciente a la familia de las Verbenáceas.

Los agüilotes es un arbusto grande o árbol siempre verde que llega a alcanzar hasta 20 metros de altura; su tronco llega a medir 1.2 metros de diámetro; ramas con hojas en grupos de 3 a 5 hojas, con pecíolos (tallito que une a la hoja con las ramas) cortos; flores con corola azul o blanca con un labio violeta, o con un labio superior lila oscuro; frutos comestibles negros o negro azulados, casi esféricos de 10 a 20 milímetros de diámetro. 

La floración ocurre en la primavera, expidiendo un perfume que resulta irresistible a sus polinizadores; entre ellos, las chupar rosas. Como en muchas localidades de esta zona, este árbol se encuentra comúnmente en las cañadas o arroyos. 

Entre los usos del agüilote tenemos que el ganado consume las hojas como forraje y los frutos maduros pueden comerse frescos o como un rico postre cocidos con piloncillo y canela. – En Técnica Artesanal – Ebanistas o Carpinteros: Ebanistas o carpinteros en Etzatlán tienen, no solo la infraestructura de industria cuentan con las bases artístico artesanales que dan originalidad, calidad y estilo y los muebles fabricados en nuestra localidad son vendidos con los estándares internacionales por lo que es considerado un patrimonio municipal que da prestigio y personalidad. 


Sastrería Artesanal en Charrería y Grupos Musicales: Hablar de Etzatlán y su proyección foránea en calidad de productos originales de nuestra localidad es hablar de sus productos de sastrería, únicos auténticos y artesanales que son afamados en la región y dentro y fuera del país. Sastres de primer nivel y productos que dan prestigio forman parte del acervo que brinda identidad a Etzatlán. – En Música y Danza – Danza de Conquista de Etzatlán: En Etzatlán, es mucha la devoción que se le tiene a La Santa Cruz, pues, a partir de que él Conquistador don Nuño Beltrán de Guzmán, instaló la primera Cruz, en un peñasco en la ribera de la laguna de Magdalena, en 1530, año con año se le ha rendido culto, pero no fue que hasta, 1716 que el padre fray José Orozco, O. F. M., hizo un llamado a los vecinos de los barrios que conformaban los cuatro puntos cardinales, para que instalaran una Cruz, siendo los siguientes: El Pasito, al norte; La Cajita del Agua, al sur; La Casa Blanca, al oriente y La Garita, al poniente. Después el mismo pueblo fue instalando, conforme crecía otras cruces más, siguiéndole la que se encontraba en el tercer cementerio, en el mismo lugar donde se encuentra hoy La Cuevita Santa y esta fue llamada, La Cruz del Calvario, esto fue por el año de 1826, la quinta Cruz y hasta el día de hoy la más famosa, fue la que instaló él padre Toribio Quezada. 

Después se instalaron otras cruces como la de la misión de fray Buenaventura Sandoval, otra en La Casa Blanca, otra, La Cruz de los Mártires de Etzatlán, la de Los Colonos, también la de Los Hijos Ausentes y otras más. 

El dos de mayo, se llevan a las ermitas que pertenecen, igual como fueron traídas, acompañadas por los feligreses del barrio y algunos visitantes de otras partes, rezándose el santo rosario, acompañado con la música. 

En el barrio de la Cajita del Agua, es donde se encuentra una de las primeras cruces instaladas en el pueblo, que data de más de 270 años y ya es una costumbre que además de los festejos, se lleve a cabo el famoso “Relate” o Danza de la Conquista, mas delante daremos un pormenor, ya que es parte muy importante de nuestras tradiciones, donde de una manera muy especial se recuerda a una antigua leyenda de la época de la conquista. 

A la llegada de los españoles por estas tierras, los misioneros franciscanos en su afán de doctrinar a los nativos de estos lugares, hacían representaciones de cuadros bíblicos, con los parajes más representativos como la navidad, semana santa y otras. 

Acostumbraban también poner cruces a “los cuatro vientos” o cuatro puntos cardinales, para que el demonio no entrara a la población. 

De esta manera fue como en Etzatlán tuvo arraigo la celebración del día de la Santa Cruz, formándose en los barrios donde estaban apostadas las cruces, grupos de vecinos que le rendían pleitesía y rescatando aquellas danzas en donde se recordaba la unión entre iberos y nativos del nuevo mundo.

A través de los años fueron modificando su representación, ya sea por olvido y rescate o simplemente por conveniencia.

Fuente: Gaceta Municipal de Etzatlán, con fecha del publicación: 23 de Junio de 2014

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Cuento: ETZATLÁN. Por José Baroja.

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