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30 junio 2025

Laguna de Magdalena, en Etzatlán.


Recreación de vista panorámica de Etzatlán, Jalisco; se observan las torres de la parroquia de la Purísima Concepción y laguna de Magdalena al fondo.

En el extremo occidental de la región Valles, entre los municipios de Magdalena, San Juanito de Escobedo, Etzatlán y Hostotipaquillo, alguna vez existió un cuerpo de agua que parecía eterno: el antiguo lago de Magdalena. Su extensión, delimitada por la Sierra del Águila al sur, los cerros de los Tres Reyes al este, el cañón del río Santiago al norte y la Sierra de la Mazata al oeste, marcaba un territorio fértil y ancestral que definía la vida de quienes lo habitaban.

La laguna puede ser vista al fondo, imagen tomada en Etzatlán.
Mientras existió, fue el segundo cuerpo de agua más grande de Jalisco. Sus fuentes de vida descendían de los cerros, en forma de arroyos y escurrimientos, nutriendo un paisaje donde el agua era el centro de todo: de la economía, de la cultura, de la memoria. Estudiarlo no es solo un ejercicio geográfico, sino una forma de entender cómo la naturaleza y la sociedad se entrelazaron durante siglos.

Los antiguos lo describían como un lago claro, de aguas transparentes, hogar de una rica fauna acuática. Peces de diversas especies, tule, aves migratorias y huevos silvestres eran parte del día a día. Estos recursos, tan abundantes como vitales, definieron oficios, rituales y costumbres que pasaban de generación en generación, formando una identidad enraizada en el agua.

Pero todo cambió en los años treinta del siglo XX. La desecación del lago —una decisión tomada en nombre del progreso— alteró no solo el paisaje, sino también las formas de vida que por milenios habían resistido el paso del tiempo. El agua, que había dado todo, desapareció. Y con ella, también se fueron las canoas, las redes, las canciones al atardecer, los mercados ribereños, y hasta el sentido de pertenencia.

En 1850, el lago aún cubría unas 7,500 hectáreas, con 150 millones de metros cúbicos de agua. Desde tiempos mesoamericanos —del 2500 a.C. hasta poco antes de su desaparición— su presencia hizo posible formas sofisticadas de adaptación al entorno, como la agricultura hidráulica. Una tecnología antigua, sabia, que permitía sembrar sin destruir. Hoy solo quedan fotografías, testimonios, y un vacío donde antes hubo un espejo de agua.

La historia del lago de Magdalena no es solo una anécdota geográfica: es una advertencia sobre lo que perdemos cuando olvidamos escuchar a la tierra.

La repartición de tierras en Jalisco mutiló áreas naturales. En la región Valles, la laguna de Magdalena fue secada para dar espacio a agricultores de caña, elote y mezcal, quienes comenzaron a cultivar sus productos en la zona. 

La mala planeación provocó que los ejidatarios de las comunidades de Magdalena, San Juanito, Etzatlán y La Joya enfrentaran numerosos problemas de inundación durante la temporada de lluvias. Aunque se utilizaban herramientas de bombeo para redirigir el agua estancada, la experiencia de años anteriores les confirmaba que, muy probablemente, perderían sus cosechas. 

En julio de 1975, los habitantes de Santiaguito —una ranchería del municipio de Magdalena— se quejaron argumentando que, desde que les fueron otorgadas las tierras en 1938, jamás habían logrado una cosecha completa. Además, denunciaron el abandono por parte del seguro agrícola, el cual se negaba a asegurar sus ejidos al reconocer los problemas estructurales de la tierra. Por ello, muchos preferían aceptar préstamos de bancos privados, atraídos por las facilidades y los bajos intereses. 

La caída en la productividad de insumos básicos en Jalisco se debió, en parte, al alto interés del gobierno estatal por invertir en la industria. Los recursos se destinaban principalmente a la construcción de presas y a la adecuación de terrenos para fábricas a lo largo del río Santiago. Esta estrategia incentivó un fuerte proceso de migración de las poblaciones rurales hacia las ciudades.

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Datos adicionales:

El 12 de julio de 1881, se inundó la Laguna de Magdalena, que abarca los Municipios de Antonio Escobedo, Etzatlán y éste lugar, en una extensión de 7,000 hectáreas sembradas de maíz y sorgo de temporal.- No se registraron daños personales.

Fuente: Ficha de consulta - F48_C10_227_2216261

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El 20 de julio 1882. Un grupo de 50 campesinos de la Ex-Laguna de Magdalena de la Unión, encabezados por FAUSTINO MUÑOZ, se entrevistaron con éste -- representante de la SARH en el Edo de Jalisco, y a quien manifestaron que se encuentran inundadas hasta el momento, 1,500 hectáreas sembradas de maíz por lo que le solicitaban ayuda. Por su parte el Ing. VALENZUELA CORRALES, les dijo que tratarían de solucionar el problema de la inundación citada. Respecto a su petición de destitución del Jefe de Obras Hidráulicas en Jalisco,— Ing. GALINDO GONZALEZ, les dijo que era problema administrativo que tendría que solucionarse en la Cd. de México con las autoridades respectivas.

Fuente: Ficha de consulta - F70_C6_5339_2722418

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20 de julio 1882. Campesinos de la región de la Ex-Laguna de Magdalena de la Unión, Jal. solicitaron al Ing. HILARIO VALENZUELA CORRALES, representante estatal de la SARH, la destitución- de ésta persona ya que desde hace 4 meses les prometió llevarles bombas para sacar el agua de 1,500 Has. sembradas de maíz que están inundadas y hasta la fecha nada ha hecho al respecto.

Fuente: Ficha de consulta - F43_C9_91_1448062

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- El Ing. Melquiades Ángulo Gallardo, quién fuera Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas en el gobierno de Lázaro Cárdenas y Gobernador de Chihuahua, él junto con otros políticos, se repartió el pastel de los terrenos que dieron como resultado la Laguna de la Magdalena.

- En 1860. Se trató de desecar por primera vez la Laguna de La Magdalena, sin lograr el éxito deseado

- El 17 de octubre de 1856, Se le concede al señor Refugio I. González, el derecho de la desecación de la Laguna de La Magdalena.

- En 1538, Los Frailes de Etzatlán, ordenan la construcción de la Capilla en la isla (Laguna de Magdalena), quedando destinada a San Juan Bautista. El pueblo se llamaba San Juan Atlitic, y quedó bajo el amparo y administración de los religiosos de Etzatlán.

Fuente: Gaceta Municipal de Etzatlán, número 1, 31 de marzo de 2016

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Referencias:

https://drive.google.com/file/d/1MH9g3Kz-yAeh25dKTLz0yom_DVLTi0Bz/view?usp=sharing

https://arqueologiaenjalisco.iia.unam.mx/lago-de-magdalena

https://www.milenio.com/politica/comunidad/laguna-de-magdalena-historia-y-por-que-desaparecio-en-jalisco

https://www.estudiosjaliscienses.com/wp-content/uploads/2019/07/29-La-laguna-de-Magdalena.pdf

https://etzatlan.gob.mx/wp-content/uploads/2015/11/PDM-ETZATLAN-2015-2030-1.pdf

24 marzo 2025

Tordos cabeza amarilla, en Etzatlán

 


👆 Escucha la nota, presionando el botón de reproducción.

¡Ya están aquí! como cada año, la naturaleza, nos regala uno de los espectáculos más bellos que nos indican la llegada de la primavera.

El día 23 de marzo de 2025, comenzaron a llegar de poco en poco, las parvadas de estas majestuosas aves, tomando un breve descanso en su trayecto al norte. 


Es  todo un espectaculo el poder verlos pasar, en grandes grupos, escucharlos cantar, y desplazarse por el cielo Etzatlense. 

Este, es un audio grabando su canto:
 



¿Y tú, ya los viste?

El Tordo, Cabeza Amarilla, su nombre cientifico: «Xanthocephalus», es una especie de ave paseriforme, de la familia: Icteridae -propia de América del Norte-. 

Es el único miembro del género Xanthocephalus. Es un pájaro migratorio que anida en Canadá, y los Estados Unidos.


Los adultos, tienen un pico marcado. El macho adulto, es principalmente negro, con cabeza y pecho amarillo; tiene una mancha blanca en el ala a veces solamente visible durante el vuelo. 

La hembra adulta, es principalmente marrón con la garganta, y el pecho amarillos opacos.

Su hábitat de crianza, son los pantanos de espadaña acuática en Norteamérica, principalmente, al oeste de los Grandes Lagos. 


Su nido, se construye con la vegetación del pantano y sobre ésta. 

Hacen sus nidos en colonias, compartiendo a menudo su hábitat con el tordo sargento. 

Durante la estación de la crianza, y de anidamiento, los machos son muy territoriales, y pasan mucho de su tiempo colgados en los tallos de plantas acuáticas, exhibiéndose o persiguiendo a los intrusos.

Estas aves, emigran en el invierno al suroeste de los Estados Unidos, y a México.


Emigran a menudo en enormes bandadas con otras especies de aves.

Estos tordos, son solamente residentes permanentes en una pequeña zona de Norteamérica: el Valle de San Joaquín, en California (Estados Unidos), y el sur del Valle del Río Colorado (estados de Arizona y California, y Baja California, México). 

Ha sido avistado además de manera accidental en regiones muy alejadas de su área de distribución natural, como en el este de América del Norte y en las Antillas. 

Rara vez, ha sido visto en Europa occidental, con algunos registros, que se sospechan se refieren a escapes del cautiverio.


Alimentación:
Estos pájaros buscan alimentos en el pantano, en campos o en la tierra; cazan a veces insectos en el vuelo. Comen principalmente semillas e insectos. 

Fuera del período de la nidificación, se alimentan a menudo en bandada, frecuentemente con otras especies de tordos. La canción de este pájaro se asemeja al ruido que produce el abrir y cerrar de una bisagra oxidada.


Sin lugar a dudas, un hermoso y efímero espectáculo, que solo podemos tener por muy poco tiempo.

Créditos de este video: Miradas de mi pueblo 


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Cuento: ETZATLÁN. Por José Baroja.

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