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21 abril 2025

Apolinar Pérez Alonso "Don Poli" - padre del cronismo en Etzatlán.

 

(Imagen recreada, ilustrativa)


Un 23 de julio de 1888, nace un insigne Etzatlense -casi olvidado-, don Apolinar Pérez Alonso, conocido como: "Don Poli". 

Hijo de Alipio Pérez, y Felicita Alonso. 

Durante su vida, se dedicó escribir, recopilando fotografías amarillentas en las que aparecen sacerdotes, frailes, músicos, hacendados, militares, etc.

Don Poli, tenía una memoria prodigiosa, le encantaban las vidas de personajes, historias, familias, juicios sobre hechos históricos, políticos y religiosos.

Gracias a su labor, se conoce una parte de historia de Etzatlán que le tocó vivir.

Escribió algunos libros como: “cronología histórica de Etzatlán”, y apuntes históricos de Etzatlán”. 

Este señor, fue un cronista nato, escribió un libro de 232 páginas (desaparecido), con la cronología histórica de Etzatlán. 

Algunos autores, como: -el sacerdote jesuita-, Heriberto Navarrete Flores, el Dr. Carlos Fregoso Gennis, y otros más, lo mencionan en su libros. 

Don Apolinar Pérez Alonso, nació en Etzatlán, Jalisco, se puede decir que fue unos de los historiadores de esta población, aunque muchos de sus escritos se han perdido, y otros, no se han publicado.

Se sabe que en su juventud, tuvo algunos cargos importantes en el municipio, y en una compañía minera.

Se dice que desde entonces, ya tenía el antojo por las letras, y que aprovechaba cualquier pedazo de papel para hacer sus anotaciones -aunque nunca se le dio la importancia que se le debiera dar-, ayudó a muchas personas en sus tareas, mismos que llegaron a ser mentores en las distintas escuelas -no solo de esta población-, sino, que de otras partes de la República.

Don “Poli” -como se le llamaba de cariño-, también tuvo el honor de guardar por unos días en su casa, los restos del que fuera un prominente etzatlense, y cuarto gobernador del Estado de Jalisco, don Antonio Escobedo I. Daza, mismo, que le fue traído y entregado por el Sr. Pablo Barajas, en presencia del Sr. Ignacio Ramos, el 31 de enero de 1933, quién por órdenes de otro destacado hijo de Etzatlán -el gobernador don Everardo Topete Arcega-, no solo se trajeron sus restos, sino, que también el monumento que antes estuviera en las afueras de la Penitenciaria de Escobedo, en Guadalajara. En ese entonces era presidente Municipal el Sr. Roberto Blanco.


Don Apolinar, murió en esta población a los 84 años de edad y fue sepultado en el panteón Municipal.

Fuente: Carlos Enrique Parra Ron, 03/05/2014, 19/07/2015.


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